“Gracias por llevarme esta noche a los lugares más recónditos del placer. No me busques más, pues no me encontrarás ya que decidí permanecer en la playa, en donde nuestros cuerpos se unieron con destellos de pasión.
Tan solo me quedo con el recuerdo de tu cuerpo, de tu voz y de tus dulces deseos. Manuel. “
Viernes
De regreso a Jalisco, decidí escribir mi experiencia con el suave movimiento del barco a la mar, el cual me recuerda a ti en todo momento. Fuiste real. Eres real. Una quimera en mi realidad marítima, en mis ilusiones desérticas. He decidido cerrar este capítulo, esperando encontrarte de nuevo en algún lugar, en donde la arena sea tan seductora como tu cuerpo, en donde el viento me haga abatirme de placer y en donde el momento sea más importante que la misma existencia.
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